Muchos os preguntaréis, incluida yo, qué es eso del nonsense. Pues bien, la palabra nonsense quiere decir “sin sentido”, es decir, todas aquellas cosas extraordinarias que suceden a nuestro alrededor reciben ese nombre.
A lo largo de nuestra vida suceden millones de cosas extraordinarias que a nosotros nos parecen de lo más normal. Por ejemplo, algunas montañas que echan fuego, las voces que oímos en sueños, cosas que caen al suelo, etc. Nosotros las aceptamos sin más, sin preguntarnos por qué suceden. Sin embargo, muchos de nosotros rechazamos todas aquellas cosas que no vemos o no llegamos a comprender. Esto es un gravísimo error ya que tenemos que estar abiertos a todo. Si nadie se hubiera planteado por qué las cosas caen al suelo, ahora mismo no tendríamos ni idea de la existencia de la fuerza de la gravedad.
No es verdad todo lo que vemos o nos enseñan, ni imposible lo que no vemos ni comprendemos. Para aceptar esto debemos tener cierta amplitud de mente e imaginación. Por ejemplo, aceptamos que un gato sonriente vaya desapareciendo y al final solo permanezca su sonrisa.
A los niños les gusta navegar por este océano de infinitas “posibilidades” de lo tenido por “imposible”. Quizá la vida nos haya cuadrado la mente. Tenemos preestablecido que el cielo es azul y de tanto ver el cielo azul hay quien rechaza la idea de que el cielo puede llegar a ser rosa, naranja e incluso negro.
En el mundo del nonsense las ideas establecidas se tambalean e incluso se cuestionan. En muchos cuentos infantiles aparecen animales que hablan e inducen al niño a pensar que los animales hablan de verdad. ¿Y por qué no? Al fin y al cabo nosotros somos animales racionales ¿no? O también que los delfines poseen una gran inteligencia. Debemos tener en cuenta todas estas posibilidades porque pueden llegar a suceder aunque sea dentro de miles de años. Tenemos que mirar más allá de nuestras narices.
Simplemente ver reír a un niño porque Mary Poppins recoge la habitación y guarda todos los juguetes con solo mover su nariz, ya merece la pena. Todos los cuentos de hadas, la varita mágica, la calabaza que se convierte en carroza, etc, nos adentra en un mundo lleno de magia y nos hace soñar.
Es maravilloso que los niños se planteen preguntas que nunca antes se había planteado nadie o que se imaginen nuevos experimentos, y no aceptar así sin más las cosas que suceden a su alrededor ya que todo tiene un por qué.
Aunque nos parezca imposible, toda nuestra vida es un nonsense ya que muchas de las cosas que ahora nos parecen disparatadas pueden llegar a ocurrir en un futuro no muy lejano. Y si no pensad una cosa: ¿creéis que nuestros tatarabuelos pudieron imaginar que en un futuro podríamos saber todo lo que sucede en el mundo con sólo apretar un botón?
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